sábado, 18 de febrero de 2012

Pequeños comerciantes e industriales locales versus supermercadismo de grandes superficies

El tema presentado ya ha sido asumido en otras oportunidades desde estas páginas, hoy vuelve a ser eje principal de preocupación de pequeños comerciantes e industriales de diferentes localidades.
El contenido fundamental es que se pone a competir, en condiciones de mercado muy diferentes, a pequeños comerciantes, - los denominados “bolicheros de barrio”-, con enormes superficies comerciales.
Es una realidad que se está dando en este país y con mayor ingerencia en los últimos años, donde capitales algunas veces multinacionales, -en ciertos casos a causas de las restricciones que tienen en sus propios países de origen-, se dedican a “invadir” poblaciones tercermundistas, -tal como lo podemos ver en el agro y la extranjerización de la tierra, la forestación y las pastas de celulosas o la minería-, con recursos económicos ilimitados y una legislación nacional que les permite realizar sus inversiones a muy poco riesgo, para luego barrer con suculentas ganancias.
Capitales que llegan o se generan en el país y que sería bueno conocer por parte de la población en general, cuál es el origen exacto de cada uno de ellos.
Por el otro lado tenemos el conocido “bolichero de barrio”, muchas veces devenido en la actividad, por que cerró una fábrica o actividad donde trabajaba (producto también de la globalización y el neoliberalismo capitalista que aniquiló la industria nacional), o porque no “quedaba otra” y abrió su bolichito en el garaje de su casa o en uno prestado y ahí al menos se aseguró la comida y un sustento básico como para “ir tirando”, o por que la actividad le viene de familia y es un eslabón más de un estilo de trabajo independiente, de autogestión, donde lo primordial es el ganarse la vida en el día a día.
Ese bolichero sabe que hay que abrir todos los días para ganar el sustento de los suyos, sabe de angustiosas largas horas esperando que “entre alguien a comprar” detrás del mostrador, sabe de fruta y verdura que finalizada la jornada no vendió y que debe tirar a la basura, sabe de largas jornadas de trabajo, sabe de la duda de si abrir o no lo domingos, sabe de la vieja y querida “libretita de crédito”, que muchas veces queda ahí en la caja sin que aquella persona en la que se había hecho “confianza” venga a cubrirla, sabe de artículos que vendió a menor precio de lo que luego se los compra al distribuidor cuando hay suba de precios, sabe de tener que trabajar con 40 grados de fiebre, con dolor de estómago o de cintura. Sufrió de la vecina que golpea por el fondo, porque dos horas después de cerrar se acordó que le faltaba medio kilo de azúcar y mordió su indignación cuando los primeros días del mes ve pasar por su puerta con las “bolsitas del supermercado” a los mismos que no le cubrieron la “libreta”, y que volverán a pedir “fiado” porque se les “terminó la plata del sueldo” o el saldo en la tarjeta de crédito a fin de mes.
Pero también sabe de solidaridad, sabe que hay que colaborar cuando puede y con lo que puede con la murga de gurises, con el baby fútbol, o con el “bono colaboración” para ayudar a un vecino en emergencia, o al amigo que “puso un programa en la radio y necesita alguna publicidad” y estar siempre apoyando a la Comisión de Fomento o la Policlínica del Barrio.
También sabe que una vez “que las cosas van mejor”, debe comenzar a reglamentar el negocio y hacer los aportes al BPS y DGI correspondientes, los que mantienen muchas veces en las peores condiciones económicas, de las malas administraciones políticas y de los peores ministros de economía, porque en el fondo siente que es una forma de ayudar al desarrollo de su país. Si les va bien quizás con los años puedan tener alguna “sucursal”, pero es hoy su sustento y no está en ninguna puerta golpeando para pedir trabajo o planes de asistencialismo.
Son obreros de su propio trabajo. Es decir que participan del desarrollo económico y de la generación de riquezas por iniciativa propia.
Y si puede con el tiempo se tomará “alguna día o semana de descanso”, como todo trabajador.
Historias muy similares para los quiosqueros, la tienditas, papelerías, etc. a pequeñas industrias locales dedicadas a cubrir el consumo local. Ellos son más del 90% de la actividad económica del país.
Frente a ellos aparecen estos monstruos de las grandes superficies, con casi 1000 metros cuadrados o más, pulpos del supermercadismo, succionadores de riqueza nacional, la que terminan en la mayor cantidad de los casos fuera del país o en bancos extranjeros.
La ecuación aplicada sobre la región la explica el economista Antonio Rocca en su libro “Patria Grande o colonia”, (que recomendamos leer para entender nuestras realidades), donde entre otros aspectos señala: “El patrón de acumulación caracterizado por la preeminencia del gran capital comercial y financiero, aliado con los capitales trasnacionales, acentuó la dependencia.
Se incrementó la transferencia de recursos al exterior, la subordinación a las decisiones tomadas en el exterior y la vulnerabilidad frente a los avatares del contexto mundial.
El persistente saldo negativo del rubro, utilidades e intereses evidencia la transferencia creciente de recursos al exterior. El promedio cercano a los 500 millones durante el lapso 2004-2007, se elevó el último trienio superando los 1100 millones en el 2010.
Se ha agregado además la pérdida de patrimonio nacional público y privado. Frigoríficos, cervecerías, arroceras pasaron a manos de capitales brasileños, la cadena forestal a grandes grupos económicos europeos y estadounidenses, los supermercados tienen una fuerte presencia de capitales franceses, sectores de la industria química y automotriz están controlados por capitales de Estados Unidos. Tierras, empresas y recursos en manos de capitales foráneos significa que se tomen decisiones locales en función de estrategias de desarrollo ajenas a las necesidades del país. El rico patrimonio de los orientales se continúa vendiendo “al bajo precio de la necesidad”.
Los préstamos obtenidos para pagar deuda externa implican condicionamientos tendientes a la continuidad de políticas económicas de subordinación al exterior y nefastas para el pueblo”.
De esta forma aparece esta empresa impersonal, en áreas comerciales que brindan un servicio total en una variedad de artículos que hacen que el consumidor cubra todas sus necesidades en su interior.
El supermercadismo se impone de una forma u otra, con estudios de mercado hecho por empresas consultoras y grandes capitales que pueden trabajar hasta varios meses por bajo de las ganancias, hasta eliminar o debilitar, total o parcialmente la pequeña competencia local y así imponer su “reglas de juego”. Actualmente han desarrollado otras estrategias como el permanecer con sus puertas abiertas los días feriados o trabajar con horarios extendidos lo que limita aún más las posibilidades de subsistencia del pequeño comerciante de barrio.
Cuentan a favor con la opinión de un número importante de consumidores defensores de ese estilo comercial, o los que piensan obtener “mejores precios” lo que en muchos casos es un dato erróneo. Quizás nos falta mucha conciencia al respecto.
Otro dato a favor es que es muy difícil realizar estudios certeros de las repercusiones concretas de estos emprendimientos en zonas delimitadas. Generalmente se ubican en zonas muy estratégicas y en algunos casos da la sensación de convertir el lugar en un pequeño polo de desarrollo. Sin embargo esta aseveración no resiste a la más elemental afirmación de que si la demanda es la misma, y se establece un comercio que se queda con el mayor porcentaje de la misma, indudablemente el resto perderá ingresos.
No son buenos empleadores, -solo basta observarlo en el continuo cambiar de operarios-, los que además reciben remuneraciones por el límite de salario mínimo.
Por otra parte hay muy poca utilización de recursos locales. Las construcciones de sus edificios prácticamente, en las dimensiones que ellos la hacen y con los métodos y elementos actuales no utilizan casi mano de obra.
Generalmente no van a utilizar nada de la comunidad. Harán sus compras al por mayor en grandes solicitudes centrales que podrán venir de lo nacional, pero no dudamos en afirmar que el mayor ingreso de mercaderías viene del exterior, por lo que tampoco le compran al verdulero, al panadero, al distribuidor local o a la pequeña industria nacional que va quedando.
Es escalofriante solo pensar la diferencia de precios que se puede obtener entre una compra de esa dimensión, para varios supermercados, con las que puede obtener el “bolichero de barrio”, en su insignificantes adquisiciones en artículos que muchas veces terminan al público al mismo o por debajo del precio de esa gran competencia.
Es claro darse cuenta quien se lleva toda la ganancia y quien podrá resistir mayor tiempo frente a condiciones adversas.
Sin embargo frente a fuertes crisis estos capitales “golondrinas”, despegan rápidamente y se instalan en nuevas zonas conquistando otros mercados.
Su repercusión, como decíamos antes, muchas veces es lenta y poco advertible a corto plazo, sin embargo en algunas ciudades del interior donde se han instalado, el cierre de pequeño comercio lindero es inminente en una realidad que llega incluso al abandono de los locales (poner bloques en ventanas y puertas), por no poderle encontrar otro destino.
En el país existe una reglamentación que limita las grandes superficies a 200 metros cuadrados, pero la misma puede ser no cumplida por el poder político de turno, -único responsable de las adjudicaciones de permisos-, si considera en su criterio que lo puede hacer.
Debilidades del poder político de turno frente a los grandes capitales desgraciadamente conocemos muchas.
A esta altura “nada podemos esperar sino de nosotros mismos”, por lo que se hace imperiosa una toma de conciencia clara al menos del destino que tendrá la utilización de nuestros propios recursos.
Tomar conciencia y dejar de lado indeferencia frente al rumbo que va tomando nuestra economía.
La industria nacional ya sufrió un crudo golpe sobre todo a partir de los años '80, y quedó resumida frente a un país y a la voz de los actuales políticos que parece que todo lo mueve la inversión extranjera. El grado es tal, que en muchos políticos parece que el ciudadano uruguayo ya no le importa, es de segunda e incapaz de generar desarrollo, hoy el tema es cuidar a “raja tabla”, al “Sr. inversionista”, “estampa del actual desarrollo económico”.
No podemos aceptar que un país minado de inversiones extranjeras, de capitales foráneos y saqueadores, que vienen solo por nuestros recursos y ganancias -las que luego invertirán para desarrollar sus pueblos de origen- sea una región de desarrollo.
Si tan bien le va al país, ¿por qué no suben las jubilaciones de hambre que las hay por miles?, ¿por qué no suben los salarios y los recursos dedicados a la salud, a la enseñanza o a la seguridad pública?.
Si nos va tan bien como dicen los discursos políticos, ¿por qué el Estado uruguayo pierde pie frente a las privatizaciones o a las asociaciones con privados? ¿0 no saben hacer otra cosa?.
Estas épocas requieren desafíos diferentes, dejar de ser actores pasivos o meramente contemplativos para buscar mecanismos de accionar y de organización que tiendan a revertir este crudo escenario que tenemos sobre la mesa.
Es tiempo de fuertes compromisos entre los que producen, los que venden y los que consumen, través de redes sociales y económicas que favorezcan a todos.

Eduardo Hernández
MOVIMIENTO AVANZAR
ASAMBLEA POPULAR
eghernandez@adinet.com.uy

EDUCACIÓN: EL GOBIERNO JUNTO CON SUS “AMIGOS PARLAMENTARIOS” SE ENCAMINA HACIA UN NUEVO PASO DE DESTRUCCIÓN DE LA EDUCAC IÓN PÚBLICA.

ANTE LA SITUACIÓN DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA.

La Educación Pública Nacional atraviesa momentos críticos ante el embate del gobierno seudoprogresista y proimperialista del FA junto a los partidos de la derecha tradicional, para imponer las recetas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Este impulso reaccionario es claramente un mandato de las Cartas de Intención que condicionan también la política económica de este gobierno, la “reforma del estado” favoreciendo las privatizaciones, el aumento de la Deuda Externa y la profundización de la dependencia del imperialismo.
Muchos factores están presentes a la hora de examinar lo que acontece en el campo educativo nacional. Fruto de la profunda desindustrialización acontecida desde los ’90, de y de una economía cada vez más dependiente de los “mercados internacionales”, asistimos a un deterioro de las condiciones de vida de cientos de miles de familias obreras que no encuentran en la Educación Pública los contenidos y las formas para ingresar al mundo del trabajo digno. El hambre, las crisis de las familias humildes, la estigmatización de los niños y jóvenes sumergidos en la pobreza condiciona su lugar de estudiante, la adquisición de los conocimientos y el involucramiento de estas generaciones con los centros de estudio.
Por ello, los lugares de enseñanza se adaptan a servir como “contenedores” y “depósitos” de jóvenes, que tiene como base el escaso presupuesto en la educación a los que se suman problemas burocráticos -donde no se ha construido ni un liceo en años y son muy escasas las reparaciones y construcciones de aulas- se profundiza el estado de crisis. Este gobierno del oportunismo, continuando a los anteriores, es totalmente responsable del agravamiento permanente de esta situación.
Desde hace dos años los números y promedios que manejan organismos internacionales y los propios del INE, señalan aspectos negativos de repetición, abandono, bajos rendimientos y lo significativo del dato donde el 50 % de adolescentes y jóvenes hasta 24 años no asiste a centro de estudio formal o abandonó el pasado año. Ante ello tanto el gobierno y las diferentes administraciones educativas arremeten contra los docentes, sobreabundan los discursos sobre la supuesta “falta de compromiso y corazón” en la tarea de enseñar.
Para empezar a hablar en serio y como mínimo debemos exigir: construcción y reparación de liceos, salario mínimo de media canasta familiar para docentes (por 20 horas semanales) y no docentes, y 20 alumnos por grupo para que sean tratados y atendidos como se merecen los hijos de los trabajadores, más aún en el marco de la grave situación social en que vivimos.
Repitiendo recetas de antaño, traen como falsa innovación las premisas de los organismos de crédito internacional, expuestas desde Washington en 1995 en las que imponen la introducción de los intereses privados del mercado (entiéndase monopolios imperialistas) en la gestión de los centros educativos. No alcanza que la mayoría absoluta de los Directores de los Entes de la Enseñanza sean designados según conveniencia del gobierno, a su vez, también incluirían Directivos Privados en propuestas de Universidades en el interior, o en el caso del proyecto de ley del Instituto Técnico Superior (ITS). La propuesta es generar cursos recortados, rápidos y listos para el mercado, y así lo ha presentado el acuerdo entre los partidos parlamentarios con el gobierno.

¿Universidad Tecnológica?
La propuesta final que se escuchó al Presidente de la República, luego de una larga campaña haciendo anuncios “a diestra y siniestra”, -en una muestra más de falta de seriedad a la hora de encarar la educación de las futuras generaciones-, fue la de la creación de la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTU). De esta forma y por medio de los cambios de denominación se terminará desmantelando y cerrando un tradicional ente educativo que durante 130 años ha forjado la formación de los jóvenes en el mundo del trabajo.
Esta propuesta no contempla en nada la tradición educativa de dicha institución, ni los planteos docentes, ni las necesidades de sus alumnos actuales y pretende borrar por completo lo emanado del Congreso de la Educación Maestro Julio Castro, en su “Proyecto Borrador de Ley de Educación” que significó la opinión y el trabajo de miles de ciudadanos del país. Por otra parte ya han anunciado un nuevo Congreso que de alguna forma puede dar a pensar que convalidará la intención política de los partidos políticos que hoy acompañan al gobierno en ese proyecto de reforma educativa que todos defienden, menos los alumnos, los docentes y los padres.
El desmantelamiento de la UTU, es una realidad que se dará de diferentes formas. La Ley de Educación votada en el Gobierno de Tabaré Vázquez, propone la creación de un nuevo desconcentrado de la educación que se encargará de todo el Ciclo Básico. (Del cual hasta el momento se desconoce el contenido curricular que tendrá). De esta forma la UTU de hecho perderá el Ciclo Básico Tecnológico que se da en las Escuelas urbanas, el FPB (Formación Profesional Básica, equivalente al Ciclo Básico, creado para jóvenes desertores del sistema) y los Ciclos Básicos que brindan las Escuelas Agrarias en su modalidad de Alternancia, adaptada a los requerimientos de los hijos de los productores rurales y ampliamente inserto en sus realidades.
Esos diferentes Ciclos Básicos, son la principal franja de ingresos de alumnos a la UTU.
Por otro lado la misma Ley de Educación señala que los actuales Cursos Básicos y medios que hoy brinda la UTU (de una gama muy variada) y que forman obreros y operarios a lo largo y ancho del país, además de múltiples oportunidades laborares, sean asumidos por las diferentes Intendencias Municipales y/o por ONGs.
Los anuncios del Presidente hablan de un instituto de nivel terciario. Es decir para que puedan ingresar alumnos que hayan culminado toda la enseñanza secundaria.
¿Desconocen que la historia de la UTU, siempre fue en la formación de nivel secundario?
¿Qué piensan hacer con todos los edificios que hoy tiene la UTU en todas las localidades?
¿Cuál va a ser el destino de todos sus talleres?
¿Qué destino tendrán las más de 20 Escuelas Agrarias que están por todo el país y sus grandes predios de campo?
¿Es este el apoyo que le da el gobierno a la formación de nuestros obreros y al desarrollo del Uruguay Productivo?

¡EL PROMEJORA EMPEORA!
Bajo los falsos argumentos de “autonomía” de centros educativos se fomenta una verdadera atomización y competencia por recursos y rendimientos, al estilo del mercado capitalista. Los fondos “concursables” o “eventuales según proyecto” será la metodología que regule el magro presupuesto público en los diferentes lugares de enseñanza, y también se impondrá una diferenciación en el bolsillo y estabilidad de los docentes. En definitiva, una forma de descomponer el sistema educativo público, segregando entre liceos que rindan por encima de otros, compitiendo recursos, profundizando la brecha entre estudiantes y docentes. Esa es la finalidad del “PROMEJORA” y otros programas realizados por “especialistas” de escritorio.
La Asamblea Popular reitera su total respaldo a la lucha docente por una Educación Pública digna para nuestro pueblo, en particular a la lucha combativa desarrollada en los últimos meses por los sindicatos de ADES Montevideo y la filial de San José, donde la militancia clasista logró cambiar la correlación de fuerzas, derrotando al oportunismo oficialista, que es mayoría en la dirección de FENAPES. Ambos han sido ejemplos de cómo pararse frente a estas administraciones regresivas; obligando a suspender la toma de liceos por parte del PROMEJORA en diciembre pasado.
Asimismo condenamos la represión y la criminalización ejercida ante la ejecución de las medidas gremiales adoptadas en sendas Asambleas Generales, responsabilizando al gobierno de actitudes reaccionarias contra los gremios de la enseñanza.
Destacamos y apoyamos las medidas de lucha combativa y los avances de organización clasista que vienen desarrollando los maestros y los que están desarrollando los docentes y funcionarios de la UTU.
Sumamos a ello que en los últimos días, el Rector de la Universidad, Rodrigo Arocena, reconociera públicamente, en el semanario Búsqueda, fuertes “dificultades” para elevar un proyecto de reforma de la Ley Orgánica universitaria al parlamento. Por ello han luchado sacrificada y firmemente, las agrupaciones combativas y la militancia consecuente en los últimos tres años, derrotando las maniobras de la mayoría de la FEUU y del propio Rector, impidiendo una acción oportunista de entrega de conquistas históricas como se viene haciendo con la Educación toda.

¡Convocamos a la solidaridad y a la lucha combativa!
Ante uno de los presupuestos educativos más bajos del continente, con salarios docentes sumergidos, ante el deterioro de la infraestructura y la sumatoria de cargos políticos superfluos en todos los entes de la enseñanza, se recorre un camino de retroceso histórico mediado por un intervencionismo de Blancos, Colorados junto al gobierno entreguista, para asegurar la imposición de las recetas internacionales.
En la vereda opuesta la Asamblea Popular manifiesta su apoyo y convoca a la solidaridad con las luchas que vienen realizando los docentes, estudiantes y funcionarios, y con sus justos reclamos. Creemos que fortaleciendo ese rumbo de lucha combativa es posible detener estos proyectos destructivos de los más caros valores de nuestra Educación Pública. Por mínimo de un 6% del PBI para la enseñanza pública, por la real autonomía y el cogobierno para todo el sistema educativo-público nacional, basado en los docentes, funcionarios y estudiantes. Fortalecer la infraestructura y crear más centros de estudio, dotarlos de materiales y todo lo necesario para los estudiantes. Para ello es más que necesario que los docentes obtengan salarios dignos y el reconocimiento en el trabajo que realizan.


Ahora más que nunca:
¡Arriba la lucha en defensa de nuestra Educación Pública al servicio del pueblo ASAMBLEA POPULAR - 14 de

Febrero 2012