lunes, 16 de febrero de 2009

Raúl Rodríguez: Pre candidato de la Asamblea Popular






Raúl llegó a San José, casi sobre la medianoche del pasado lunes 2 de febrero luego de una intensa jornada en Montevideo, sobre todo en entrevista con medios de prensa nacionales, en reuniones con el Coordinador Nacional y en la sede del Partido Humanista, (integrante de la Asamblea Popular), en una actividad a local repleto con vecinos de esas barriadas capitalinas. No obstante ello se dio tiempo para unas tres horas de charlas, sobre sus recuerdos maragatos; su familia trabajando hasta el fallecimiento de su padre en las inmediaciones del Cagancha, por Ruta 11 y vinculados a la vida social de Villa Rodríguez, sus compañeros de liceo, algún profesor como el “maestro” Altieri (viejo militante comunista), sus amores de adolescencia, las calles, las esquinas de la capital josefina y hasta sus participaciones en varios programas infantiles de la CW 41 de “Tatita”. No faltó en la charla su militancia en el MLN Tupamaros, su periplo en las épocas oscuras de las dictaduras militares por América del Sur, y su pasión que lo ha llevado a conocer una parte importante del mundo: el teatro. Su actividad del martes 3 arrancó muy temprano en una recorrida por los principales medios de prensa, charlas con referentes del teatro local, visita de vecinos en San José, zonas rurales, Villa Rodríguez, Kiyú, Libertad y culminó en horas de la noche en Ciudad del Plata en una reunión del ex-comité “Vientos de Cambio”. Captó al momento la simpatía de los vecinos y compañeros que lo pudieron conocer, con su conversación amena e inteligente, al igual que profunda, donde no esquivó temas, tanto en charlas mano a mano con la gente como con los diferentes periodistas que fueron sus interlocutores.




Si el gobierno estuviera gobernando para el pueblo, otro sería su comportamiento hoy mismo.




¿Por qué votar a la Asamblea Popular?



Yo creo que el planteo de la Asamblea Popular está dirigido mayoritariamente y fundamentalmente a toda la gente modesta que votó al Frente Amplio o que aún en muchos casos piensan votarlo, lamentablemente pensando en el mal menor, a veces, -en lo que es un final bastante triste para lo que es la riquísima historia que tiene el Frente, desde su constitución, su crecimiento, sus luchas, su enfrentamiento al fascismo- y terminar así como el mal menor, es penoso sobre todo para aquellas personas que están desde el “pique”. Entonces el mensaje principal es el de no cometer ese error. No permitir a través de la Asamblea Popular que se dé esa posibilidad. Construir esta herramienta que para la gente represente una verdadera alternativa a esa triste opción del mal menor. Esa alternativa debe tener el mismo contenido, esencialmente hablando, una perspectiva de cambio verdadero, por lo tanto un enfrentamiento real concreto a la oligarquía y al imperialismo, los que siempre fueron los postulados de la izquierda, desde el origen, desde los primeros partidos, los primeros militantes. Acá siempre se estuvo hablando de liberación nacional y socialismo, o hacia el socialismo.






Es un volver a la senda.



Si y demostrar en el caso de la pregunta de ¿por qué votar? Es demostrar que eso no murió, de que realmente hay personas, muchas personas, de muchos pueblos que aún ven que esos objetivos están vigentes, que se puede decidir y de verdad demostrarle a este gobierno, a este Frente Amplio que no es el mismo del 71, de que hay gente que rechaza esa forma de gobernar. Es preocupante la defraudación que ha ocurrido en nuestro país. Porque además hay otra cantidad de gente que también duda si votar o no. Han decidido quizás no votar, o están pensando “voy a votar en blanco” o “voy a romper el voto”, “voy a poner otra cosa dentro del sobre”, “me voy a quedar en mi casa y pago la multa”, u otras alternativas. Nosotros pensamos que no, por más individual que sea el rechazo, colectivamente no sirve, entonces esto es también una opción testimonial, de que el voto que el pueblo dé a la Asamblea Popular, quizás no en todos los casos con una comprensión completa de la propuesta, una confianza completa en la propuesta, pero de cualquier manera que sea una alternativa para que gente que por suerte no está conforme, que por suerte ha tomado conciencia de que esto no es por lo cual luchó tantos años, o por lo cual votó, incluso, pueda marcar con ese voto su rechazo. Indicar bastante fuerte a esta gente que está gobernando que no están de acuerdo. Hay distintos comportamientos ante el tema de la Asamblea Popular e incluso ante el tema de votar o no votar, como mal menor y de votar de distintas maneras. Por eso es que la Asamblea Popular debe desarrollarse lo más plenamente posible llegar lo más posible a todo el pueblo uruguayo dado que nosotros creemos que la situación como se está planteando, acorde al desarrollo de los acontecimientos futuros, la crisis que ya comenzó y que ya se está sintiendo por todos lados, los efectos que está produciendo en este Uruguay, esa onda expansiva, ese estallido que hubo en las metrópolis, va a llegar con mucha fuerza a acá, en cuatro, cinco o seis meses vamos a tener todos los efectos de la misma. Estamos convencidos de que el gobierno no va a tener una respuesta. Si el gobierno estuviera gobernando para el pueblo otro sería su comportamiento hoy mismo, y ayer mismo, entonces lo que va a hacer es lo que han hecho todos los gobiernos de derecha, tratar de descargar el peso de esa crisis en los trabajadores, en el pueblo todo. Por lo tanto vamos a ver en ese momento cómo se comporta nuestro pueblo, y si ese tiempo que tenemos es un tiempo de crecimiento en calidad. Porque podríamos volver a repetir los errores del propio Frente Amplio de que, por querer crecer en cantidad, olvidarse de la calidad e ir olvidando la calidad. Traducido calidad como programas, como compromisos serios de cambios verdaderamente y también el fortalecimiento de una organización porque durante una elección puede crecer pero puede tener una debilidad organizativa, crece pero no está a la altura y se produce una contradicción entre crecimiento en la gente y cómo la organiza. Entonces creemos que el proceso que nos espera ahora en estos meses tiene que ser de intenso trabajo en ese aspecto. Que cuando esos fenómenos se desarrollen plenamente encuentre una Asamblea Popular mucho más fuerte de lo que está hoy.




Pero ¿cómo volver a creer después de esta entrega al modelo que ha sido el Frente Amplio?.



Es el proceso que nos ocurre a todos, en todo orden de la vida. No hay nadie que pueda decir a mí nunca me defraudaron, o a mí nunca me engañaron, o no me traicionaron. Todos hemos tenido esas experiencias, sobre todo la gente más grande, con una pareja, con un amigo, en un trabajo, distintos aspectos de la vida. ¿Por qué seguimos para adelante. Porque hecho el proceso de razonamiento de ¿por qué nos habían traicionado?, de ¿por qué nos habían defraudado?, nos dimos cuenta de que ese proceso venía de tiempo atrás. Hicimos un proceso de razonamiento, al principio actuamos de manera espontánea y no creemos en nada más, dejamos de creer en el hombre, en la mujer, en el amigo, etc. etc. y después por suerte el razonamiento nos lleva a comprender el por qué, y volvemos a encarar la vida. Puede ser un nuevo amor, una nueva amistad, etc. etc. Llevado a este plano, es lo mismo, hay que comprender muchas veces esas desilusión y el proceso que cada persona está haciendo. Cada uno lo está haciendo a su manera, en el lugar donde vive, depende de su historia. Está también en nosotros el demostrar que podemos ser, nuevamente o verdaderamente el amor, el amigo. Demostrar que lo nuestro es serio y que realmente no es un hecho de rebeldía sin fundamento. Revelarse por revelarse, “está todo mal”, no es. Es un análisis serio de la realidad, y que nos da como resultado, de que este gobierno es lamentablemente un gobierno de derecha, anda haciendo todos los deberes al Fondo Monetario Internacional y a toda la oligarquía nacional y por lo tanto a partir de ese análisis es que se empieza a construir la organización de la Asamblea Popular. Entonces sobre la marcha, sobre la persona que empieza a salir de la desilusión, ayudada en buena parte por nosotros, vuelve a creer, vuelve a ver un espacio que representa aquellos valores por los cuales él luchó, yo lo he visto ese proceso en varias personas. ¡Con que alegría hacen el proceso!, porque se sienten nuevamente en familia, se sienten nuevamente acompañados, cosa que me llamó mucho la atención del acto del 21 de noviembre, (Plaza Libertad de Montevideo), porque vi a muchas de esas caras que se veían de nuevos juntos, se veían el uno con el otro, tenían una calidad muy especial. Esas caras que uno vio al principio, en los primeros actos del Frente, cuando nos reunimos como una gran familia. Habíamos en aquel momento, como todos familiares desperdigados se puede decir, los frentistas venían de todos lados, a veces no los conocíamos y se logró esa armonía en torno a un objetivo, muy claro, un programa muy claro, de por qué camino transitar. Así que la cosa, es muy dialéctica, está en permanente movimiento. Esa conciencia no va a avanzar sola, tiene que tener también una ayuda de la realidad misma que va a ser en este caso todos los efectos de la crisis. De otro lado tampoco va a confiar inmediatamente en cualquiera, va a confiar en algo que le merezca respeto por lo que está haciendo. De ahí la importancia del trabajo que estemos haciendo nosotros, los que un poquitito más adelante estamos. El trabajo tiene que demostrarse, debe ser serio, y que no estamos para la pavada, para tirar bombas, para criticar, para llorar, sino para construir. Por ahí creo que marcha la cosa.




En el marco de la construcción de la Asamblea, a nivel nacional, va a ver que, -sobre todos a los viejos compañeros-, devolverles la credibilidad en la militancia. También la credibilidad, en el hecho de que: participo, voy, trabajo y no me traicionan.



Sí, por eso digo esa contradicción siempre existe, las posibilidades de crecimiento que se tienen, el crecimiento que se puede dar en algún momento y las debilidades organizativas. Los hechos te empujan muchas veces hacia adelante entonces esa dinámica te puede hacer perder de vista las necesidades del respeto a la participación de la gente. Es un tema muy delicado, que por las experiencias que hemos vivido tenemos que estar muy atentos a que esa enfermedad no vuelva. Hay que ser muy autocríticos en este caso, en este aspectos, ¿realmente le acertamos?, ¿dimos los pasos correctos?. Escuchar también mucho.




El proceso que está viviendo la Asamblea Popular, ¿puede ser comparable con otros que en estos momentos se dan en América Latina?.



Desde el punto de vista de los objetivos, sin duda. Retornar a los objetivos y volver a ponerlos sobre el tapete, y la necesidad de un firme antiimperialismo, que fue siempre una caracterización de la izquierda, pero en este caso ha desvaído totalmente a partir de la política que lleva adelante este gobierno, y todo lo que emerge de esa interpretación. El enemigo principal es el imperialismo, donde el consecuente programa es lo que nos une, directamente nos hace hermanos de todos los procesos de América Latina, que tiene los mismos objetivos y que se desarrollan por el mismo camino. Lógicamente que hubiera sido muchísimo mejor que no pasara lo que pasó después de que el Frente Amplio llegó al gobierno, si hubiera sido un hermano del alma de esos otros procesos. Y yo creo que así lo esperaban ellos, uno que recorre el continente, muchas veces antes de que el Frente ganara, escuchaba a compañeros de otras organizaciones hablar o decir: “cuando en Uruguay gane el Frente Amplio, ¡qué importante va a ser!”. Ya no se mira, desde Cuba en adelante las cosas en función del tamaño de un país, -por supuesto que un país tan grande como Venezuela esté en esa misma senda, es significativo-, pero un país como el nuestro con su prestigio, con su capacidad, con la capacidad de su gente podría estar jugando un rol muy importante en esa alianza con los pueblos que están luchando contra el imperialismo. Por lo tanto hoy por hoy, nosotros tenemos que estar atentos, muy atentos a esos procesos. La Asamblea Popular, de hecho y dentro de lo que puede, es una compañía permanente. Hay hechos por ejemplo que ocurren, que uno no ve que el Frente Amplio, o sus partidos internos, lo divulguen, en la medida justa. Se hace una cierta exhortación de solidaridad, pero muy lavado. El tema de Bolivia, todas las circunstancias que pasó ese pueblo, en los últimos años no ha encontrado en el Frente Amplio ninguna respuesta, ningún respaldo efectivo. Desde el momento que asumió Evo Morales y ya Tabaré Vázquez no fue, empezamos mal. Era una asunción de mando que no podía faltar, un gobernante de izquierda. Y lo mismo ha pasado con Venezuela ....




Y ahora Ecuador....



Y ahora Ecuador. Entonces creemos que estamos en la misma ruta que esos pueblos, pero venimos muy atrás, por culpa de todo esto que ha ocurrido. Entonces tenemos que ser consecuentes en ese aspecto y dentro de lo posible la Asamblea ha estado bastante atenta y con los pocos medios que tiene siempre ha estado constantemente divulgando, buscando el respaldo de la gente a esos procesos, sabiendo que son procesos para nosotros los del subdesarrollo y que su triunfo es estratégico. No solamente van a beneficiar a cada uno de esos pueblos van a beneficiar a todo el pueblo latinoamericano y al nuestro. Se nos va la vida en eso.




Ahora viene, todo el proceso electoral, pero ¿qué pasa el día después?.



En nuestro caso está claro que el compromiso es que no puede haber respiro. Nosotros venimos con muchas debilidades. Debilidades económicas, en estos momentos el gobierno llamado de izquierda, tiene todos los medios, tiene el dinero del Estado, tiene el apoyo de los empresarios. Una opción como la nuestra ya nace fuera de toda esa consideración, es enemigo de todos ellos y por lo tanto nos van a tratar de ahogar económicamente, creando las mayores dificultades. De hecho todos sabemos que ya lo están haciendo, hay radios como la CX 36, u otros medios que apoyan a la Asamblea Popular, que no tienen avisos del Estado, que es siempre un oxígeno eso para la prensa. Les han quitado arbitrariamente, totalmente esos recursos. Entonces primero que nada tenemos claro que para nosotros es importante el trabajo para poder llegar a un parlamentario o más. Quizás sería muy apresurado decir hoy cuanto, porque los cálculos pueden ser muy apresurados porque falta de un tiempo importantísimo, no son seis meses, son cinco, pero no son meses cualquiera, son cuatro o cinco meses que van a estar ocurriendo continuamente cosas y eso nos obliga a redoblar los esfuerzos. Sea el resultado que sea, -no va a ser el que ganemos nosotros-, pero quedamos como una alternativa, una cuña, una voz, metida ahí en el Parlamento, pero que suene fuerte. También tenemos que ganar espacios en las juntas locales, posiblemente tengamos departamentos con muy buenas votaciones y otros muy poca, pero asumimos hacer una política diferente. Tendremos un respaldo menor y quizás se nos haga muy difícil abarcar todo el país, como cualquier otro partido de derecha, pero podemos privilegiar y concentrar el esfuerzo en algunas zonas. Ya para la otra etapa va a ver que desarrollarse mucho más en el país todo, incluso, diría más, en el tema de la colonia de gente que tenemos afuera del país.




Pero mucha gente puede entender la Asamblea como una instancia meramente electoral.



De hecho se tiene que dar y hasta ahora se está dando, esto tiene que ser una reedición de lo que fue el Frente Amplio. La realidad del Frente fue siempre clara, no era para ganar las elecciones del 71, u obtener tantos parlamentarios y después descansarse, incluso si hubiera sido así de alguna forma hubiera cundido la decepción, porque en aquel momento se pensaba de otra forma. Pero estaba trazado desde el principio de que aquello continuaba, se plantearon programas, se plantearon perspectivas, pero aquello no estaba para resolver algunos problemas momentáneos, era un programa que abría causa a una perspectiva de cambio. Nosotros mismos, en el caso de este Frente Amplio si hubiera transitado por el Programa, que no era muy ambicioso comparado con el Programa del Frente originario, por más retraso que hubiera tenido nadie lo hubiera podio cuestionar porque se estaba caminando en ese sentido. No nos hubiéramos ido y nos hubiéramos quedado. No es cuestión de que estamos desesperados o apurados de que los cambios se produzcan de un día para otro, en absoluto, el tema es el rumbo, hacia dónde se va. Entonces la Asamblea Popular, se ha trazado retomar el rumbo que tenía el Frente Amplio y que era el sentimiento de la gente. ¿Cuánta gente murió?, cuánta gente sacrificó cosas de su vida?, hasta gente que perdió muchas veces hasta su casa en esta lucha y va a ser por qué?, por sacar un diputado, no. Por hacer unas medidas que alivianaran los efectos de la crisis, no. Eso es faltarle el respeto a la gente, luchábamos por otra cosa, siempre vimos adelante el socialismo. Tuvimos claro que teníamos que combatir a la clase dominante del país, al imperialismo, que son los causantes de todos los males que tiene la humanidad.




Yendo a los jóvenes, ¿por qué deben plegarse a la Asamblea Popular?.



Sobre todo cuando hay tanta incredibilidad.



Nosotros vivimos una situación privilegiada en el sentido de que cuando éramos jóvenes, porque el proceso en aquel momento era de auge, prácticamente en todo el mundo y sobre todo el rol de los jóvenes estaba muy claro. Las rebeliones estudiantiles, incluso en los países desarrollados, en Europa en EEUU, y evidentemente los jóvenes jugaban un rol importantísimo, en los procesos de izquierda. Hoy es más difícil, porque hoy por hoy los jóvenes viven otra vida, están muy influenciados por los medios, y yo creo que nosotros plantearnos claramente llegar a los jóvenes, no es fácil. Va a depender mucho del respeto que provoque el trabajo nuestro, de la seriedad que le pongamos al trabajo y de la apertura hacia los jóvenes en todos los sentidos. Yo creo que en eso están trabajando muy bien, dentro de la Asamblea Popular, los compañeros del Partido Humanista. Cuando los he visto participar, los he conocido personalmente y he podido dialogar con ellos, me he dado cuenta que nosotros tenemos un potencial, en el caso de ellos como partido, pero también en todo el espectro de sectores. A los jóvenes no los tenemos que subestimar, ellos tienen necesidades, ganas y que lógicamente, ¿cómo le llegamos?, es muy importante. El joven no está para discutir, si bien necesita que uno le pueda dar también, una atención, en la formación que es muy importante, tenemos que darle tareas concretas. Nosotros cuando éramos jóvenes, sabíamos lo que pasaba, éramos muy activos. Necesitábamos esa actividad transformadora, auque fuera pequeña, en el barrio, en el lugar de trabajo, por eso la organización tiene que darle eso, la posibilidad de participación y la posibilidad de que sea un agente de cambio, en cada lugar donde esté. El Frente le ha quitado toda esa posibilidad, se la ha quitado a toda la gente. Los jóvenes que son realmente los que la necesitan, porque están en una etapa de la vida, de gran actividad, de gran energía, se encuentran una organización muerta, que solamente los convoca para pegar y pintar carteles, ese no es el camino, para ellos. Por eso también tenemos que recobrar del pasado eso donde los jóvenes tenían tanta importancia en los Comités de Base. Claro que es una lucha mucho más difícil, nosotros tenemos que ofrecerle a los jóvenes un lugar de participación, donde realmente pueda sentirse como un agente transformador. Y que realmente vea que no se lo está utilizando, que tenga participación real. Es todo un proceso en desarrollo, donde tenemos que estar constantemente atentos, haciendo y tratando de estar continuamente corrigiendo el rumbo si se desvía un poquito de lo pautado.

Raúl Rodríguez Leles Da Silva



SU VIDA






Hijo de Gregorio Rodríguez (trabajador rural) y de Isabel Leles da Silva ( modista), nacido el 19 de Mayo de 1943 en la ciudad de Durazno, pasa parte de su infancia y adolescencia en el interior del departamento de San José. De su madre, mujer sencilla y artista frustrada como tantos, recibe la influencia que despierta en él muy tempranamente la vocación artística que lo llevará a participar ya a los 11 años en un programa infantil en CW41 Broadcasting San José. De su abuelo materno, Raymundo Leles Da Silva, caudillo colorado, íntimo amigo de Zelmar Michelini, entre otros, recibirá la influencia por la política. A los 15 años emigra a la capital como muchos otros jóvenes a la búsqueda de mayores oportunidades de estudio y trabajo. A los pocos años integra un grupo de teatro para niños cuya directora lo prepara para ingresar a la Escuela Municipal de Arte Dramático. Mientras estudia allí se presenta a un casting en Canal 10 Saeta y pasa a formar parte de dos teletreatros en el mismo. También es elegido para integrar un elenco en Canal 5 y realiza pequeños papeles en obras teatrales como Marat Sade de Peter Weis bajo la dirección de Federico Wolf y Pedro de Urdemalas con la Comedia Nacional en la última puesta en escena de Margarita Xirgu en el Solis. Es de esos tiempos su afiliación a la Juventud del Partido Comunista (UJC).Sigue su carrera en Buenos Aires tanto en teatro como en la TV y el cine porteño junto a figuras de la talla de Lautaro Murúa ( su amigo-hermano del alma), Duilio Marzio, etc. Al vincularse a las organizaciones revolucionarias argentinas, poco a poco, irá decreciendo la actividad artística para dedicarse más de lleno a la vida militante.Escribe una novela que será editada en la Argentina ( "QUIENSINO") y distribuída en varios países del continente ( incluído el nuestro) como " La primer novela sobre la Guerrilla Tupamaros", lo que le valdrá después ser incluído en el Index negro de la dictadura junto a otros libros malditos “que promovieron la subversión en el país" Ya de retorno al Uruguay se desafilia de la UJC y pasa a formar parte de las filas del MLN-Tupamaros. Entre fines del 70 y principios del 71 milita también en el FA, concretamente en la creación de los Comités de Base en los barrios de Montevideo. Como periodista desarrolla tareas en " La Idea" de Wáshington Férnandez , diario que llevaba adelante la línea periodística del MLN, con la dirección de Gutemberg Charquero. En Enero de 1972 formando parte del aparato militar del MLN-T es detenido por primera vez y procesado por la Justicia Civil por asistencia a la asociación para delinquir. A fines del 72 es trasladado del Penal de Punta Carretas al Penal de Libertad del cual es liberado en mayo del 73. A los pocos días es nuevamente requerido debiendo trasladarse al exterior. Llega a Chile en Julio del 73 y se integra el MLN-T que se prepara para hacer frente al inminente golpe de estado contra Allende. Es detenido junto a otros tupamaros el mismo 11 de Setiembre, cuando aún Allende resistía en La Moneda. Prisionero en los Estadios de Chile y Nacional, salva su vida junto a otros uruguayos requeridos gracias a la gestiones diplomáticas y humanitarias del Embajador Harald Edelstam, quien luego de esta acción es declarado persona no grata por el régimen de Pinochet. Refugiado en el Reino de Suecia, se encarga de organizar junto a sus compañeros al MLN-T en Europa, así como los trabajos para la recientemente creada Junta de Coordinación Revolucionaria (JCR) la cual pasa a presidir, integrada con representantes del MIR de Chile, PRT-ERP de Argentina y el ELN de Bolivia. Encargado de las Relaciones Internacionales del MLN-T viaja asiduamente a varios países de Europa, incluídos los del campo socialista. En el 74 es elegido delegado por los tupamaros refugiados en Europa para que los represente en el Congreso de la organización ha desarrollarse en Buenos Aires. A la vista de la oportunista conducción encaramada en el MLN-T, encabeza junto a Andrés Cultelli una ferrea oposición a dicha dirección llamada luego " los renunciantes", la que tenía entre sus integrantes más notorios a Lucas Mansilla, Kimal Amir y Luis Alemany, militantes actualmente de los partidos tradicionales. En Buenos Aires forma parte además de la JCR integrando la Comisión de Propaganda de la misma.Una vez derrotada y desenmascarada en su renuncia a la lucha en el Uruguay la dirección anterior en un comité central ampliado plantea a sus compañeros que habiendo encabezado ese proceso junto a Cultelli siente el deber moral de no volver a Europa sino al principal frente de lucha que era nuestro país. Sólo volverá por pocos días a Europa a fin de cumplir con el otro deber de informar a sus compañeros sobre la situación en que ha quedado el MLN-T. A principios del 75 ingresa clandestino al Uruguay comenzando junto a otros tupamaros las tareas de reorganización del MLN-T en el frente. Allí forma parte del último organismo de dirección encargado de llevar adelante dichas tareas. A causa de una infiltración heredada de la conducción anterior este proyecto reorganizativo que será el último en los años de la dictadura, fracasa y es detenido el 25 de Mayo de 1975, a los dos años exactos de su liberación anterior. Permanece por más de un año en los cuarteles y luego casi 9 en el 2do.piso del Penal de Libertad. Liberado y amnistiado en el 85, realiza una declaración pública junto a otros liberados del 2do. piso del Penal de Libertad, reclamando una verdadera autocrítica y el ingreso pleno del MLN-T al FA.En Abril viaja a Europa para encontrarse con tupamaros exiliados y agradecer a las organizaciones de solidaridad con los presos políticos. A su retorno se integra a la militancia de base en el FA al tiempo que retoma su actividad artística. Desarrolla durante todos estos años una labor de gestión, docencia y dirección teatral que lo llevará varias veces a Rusia, así como a varios países de nuestro continente. Así realiza talleres o seminarios de formación teatral y puestas en escena en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina.En 1996 el Ministerio de Educación y Cultura lo contrata para una tarea docente en Paysandú en donde crea el Taller de Teatro de Paysandú, grupo con el cual realiza una gira por latinoamérica y viajes a festivales en Rusia, en una oportunidad acompañado por el Intendente Municipal Alvaro Lamas y un grupo de empresarios sanduceros. Este año fue invitado por la Academia Rusa de Arte Teatral para realizar una puesta en escena, así como recibió invitaciones de Polonia, Francia e Irán , países en los cuales dictó conferencias y seminarios de actuación en varias universidades y otras instituciones. Es corresponsal para el cono sur de América Latina para la Radio La Voz de Rusia Desde su creación forma parte de la Asamblea Popular siendo el referente de la misma en Paysandú, donde encabezó la lista 5271326 en las últimas elecciones internas del FA. A nivel internacional forma parte de la organización Campo Antiimperilista con sede en Viena, siendo invitado en estos días para participar en el Foro Social y Antiimperialista ha desarrollarse en el Palacio de la Unesco en Beirut, Líbano, donde el tema principal será la actual agresión del Estado Sionista de Israel al pueblo palestino.

ASAMBLEA POPULAR: Un viento purificador de la política nacional


Eduardo Hernández - Movimiento AVANZAR

La Asamblea Popular ha continuado por su senda de consolidación, y se prepara en este 2009, para participar por primera vez en la historia del Uruguay, como un nuevo partido político. Un espacio integrado por diferentes corrientes ideológicas que reúne en sus programas, en sus declaraciones y en su plataforma electoral una síntesis de los mejores postulados históricos de la izquierda nacional, analizados y vueltos a discutir a la luz de los nuevos tiempos, pero que mantienen la línea forjada por los grandes hombres de nuestra nación. Muchos de los cuales dejaron su vida detrás de las luchas y los sueños por un país más justo y solidario, desde las disputas por la independencia nacional hasta nuestros días. Se impregna a su vez de las generaciones actuales, donde sobre todos los más jóvenes han encontrado un espacio de participación, ingerencia y determinación en un futuro que les pertenece y que habrá de tenerlos como principales protagonistas. Por eso definimos a la Asamblea Popular, como “el viento purificador de la política y la izquierda nacional”. Ahora, luego de dar pasos de trascendencia en la vida de la organización, como lo fue la pasada Asamblea Nacional de Delegados, y como lo será, sin lugar a dudas la próxima Asamblea Nacional de Adherentes, en el mes de marzo, nos urge utilizar todos nuestros recursos militantes para acompañar el trabajo que ya vienen haciendo muchos compañeros, en cada rincón del país, por poner a la Asamblea Popular en las calles, en las ciudades, en los pueblos, junto a los productores del campo, en los lugares de trabajo, codo a codo con los obreros, los de a pie, los “ninguneados” de siempre, para que desde todos los rincones puedan sumarse compañeros y vecinos en esta construcción que no puede ser otra que aquella que nos lleve por la ruta del artiguismo, contra el capitalismo neoliberal, contra el imperialismo saqueador y en la búsqueda de la independencia de este modelo económico que día a día nos sumerge en mayor subdesarrollo y pobreza, en todas sus expresiones. Y es por acá donde está el camino. Del otro lado están esos dirigentes acérrimos defensores del modelo que debemos combatir, que hoy se nuclean en las cúpulas de los partidos tradicionales y del Frente Amplio y que en estos tiempos electorales se desangran en la lucha por los cargos bajo la mirada desconfiada hasta de sus propios simpatizantes. Por eso se aglomera y toma fuerza la Asamblea Popular, que deberá escuchar los verdaderos reclamos del pueblo, descubrir y analizar sus desasosiegos, formar conciencia, trabajar y trabajar. Como pueblo y una vez de encontrados los objetivos del colectivo, deberemos trazar el camino y echarnos a andar, y construir sobre la traición, sobre la deserción, la flaqueza, la calumnia, combatiéndoles con fuerza, para transitar en la impostergable reconstrucción del país. Nuestra fuerza es y deberá ser siempre la herramienta de participación de las masas, del pueblo en su conjunto, de toda la población en general, para que ésta tenga en sus manos la conducción de sus destinos y nunca podrá albergar beneficios para sectores oligárquicos y menores como ha sucedido con estos últimos gobiernos de turno. Deberá además abrir a lo largo y ancho toda la realidad nacional, para buscar soluciones, para que dé una vez por toda podamos dejar de estar bajo la órbita de estos gobernantes improvisados que nos han encadenado a sucesivas crisis, donde son siempre más lo que pierden que los que pueden permanecer a flote. Nuestro Uruguay, ha caído en la más absoluta dependencia. Debe cifras desmesuras a organismos financieros internacionales, su producción nacional, su industria, ha quebrado frente al embate de las multinacionales primermundistas que nos han invadido con sus productos industrializados en primera instancia, bajo la complicidad de los diferentes gobiernos, para luego y ya con el “terreno despejado”, han desembarcado en nuestras tierras con sus empresas contaminantes, sus salarios de hambre, marcando las inestabilidades laborales para nuestros obreros, que a ellas les imponen las realidades de los mercados internacionales. (Basta con que haya alguna inclemencia climática en Europa o en Estados Unidos, para que acá vaya un sector de obreros al seguro de paro, o vea cómo en sus propias narices se cierra una fábrica y pasa a ocupar la franja de los desocupados de la noche a la mañana, en una transferencia de costo civil que paga toda la sociedad). Hoy, estos gobernantes hablan de la inversión que viene al país y como ellos les abren las puertas, porque no pueden hablar de desarrollo nacional, ya han hecho la entrega, son cómplices del modelo. De esta forma han condenado a esta generación al exilio, al fracaso, a la falta de horizontes. Así las expectativas quedan mutiladas y nuestros mejores jóvenes emigran para esos ámbitos donde puedan desarrollar sus habilidades que el país no les suministra. Quizás a estos gobernantes no les importe mientras tengan quienes les financien las fiestas electorales, y las pujas por los cargos, en un país con problemas económicos, pero con mayores problemas políticos, éticos y morales. El “cambiar la pisada” urge. El desarrollo nacional, la estabilidad, los mejores horizontes, vendrán de la mano de una administración de la cosa pública con alta participación de pueblo en forma real y en función de los intereses de la Nación.