lunes, 16 de junio de 2008

ENSEÑANZAS PARA EL DEPARTAMENTO

Dr. Horacio Zefferino de la Fuente

Terminamos de leer la noticia sobre la preocupación que tienen los legisladores del Frente Amplio de Rio Negro en cuanto al hecho de que se ha duplicado la tasa de desempleo en el departamento y sobre la baja participación de ciudadanos rionegrenses entre el personal de la fábrica de celulosa de Botnia, que según nuestra información estaría reducida a unas pocas decenas de personas del departamento. Esto es para nosotros el comienzo de la visualización de los problemas que trae aparejado la industria celulósica y sobre todo la del desarrollo forestal que la sustenta. Para quien no conozca nuestra posición sobre el tema, expresamos hoy, y desde siempre, nuestra oposición a la industria celulósica, no por la posible contaminación que seguramente provocará, sino por el modelo agropecuario que es necesario para la sustentabilidad de dicha industria. Botnia necesita bastante más madera de la que dispone actualmente en el Uruguay, lo mismo le pasa a Ence, ahora en Colonia, pero con fuertes inversiones forestales en el departamento de Rio Negro. No nos vamos a referir sobre qué tipo de suelos ocupa la forestación en Rio Negro , solamente diremos que es una criminalidad lo que el Estado Uruguayo ha dejado hacer en nuestras tierras orientales. Antes de la construcción de la planta de Botnia dijimos que la misma consolidaría la forestación, que la misma daría trabajo puntualmente en el armado de la planta, pero que a la larga se perderían muchos más puestos de trabajo para el Departamento que lo que la misma generaría. Construir una edificación como la de Botnia hubiera dado la misma mano de obra que haber llevado adelante el proyecto Punta Chaparro Nueva Palmira, o un desarrollo hotelero para atraer el Turismo argentino al Litoral por ejemplo. La Forestación es la actividad agropecuaria que menos mano de obra proporciona por cada 1000 hectáreas (aunque los forestales inventen números, cualquiera sabe que durante 8 a 10 años dentro de los montes de eucaliptos no se “producen” jornales que igualen a otras actividades) y que esta forestación a medida que se expanda sobre otras actividades lo que va a provocar es desocupación y expulsión del hombre del medio rural.
Y esta pérdida de trabajo es irreversible lamentablemente.
Hoy, a raíz de la instalación de la Planta de Botnia y con todos los problemas que se causaron en la Región (que podían haberse evitado) se han perdido puestos de trabajo por todos lados, en el Puente Internacional - que todos conocemos los problemas acarreados-, también se han perdido puestos de trabajo, sobre todo de aquellos vinculados al Turismo, las Cañas por ejemplo, y se han perdido fundamentalmente puestos de trabajo en el medio rural debido a la concentración de la tierra y su extranjerización por parte de las forestales. Con las tierras que éstas poseen y con los índices tradicionales de tenencia de la tierra que existían, podemos decir que las forestales en el Uruguay han ocupado lo que antes ocupaban 1.200 establecimientos rurales, con una cantidad de puestos de trabajo que tenían, hablamos de unas 5.000 personas que trabajaban directamente y muchos miles de puestos más de trabajo en forma indirecta. La comparación entre Censos Agropecuarios comienza a mostrar estos efectos, y el área circundante a Nuevo Berlin sería una de las afectadas. En definitiva, el índice de desocupación en Rio Negro antes de ser construida la Planta de Celulosa era casi la misma que hoy existe, no ha solucionado para nada entonces dicho emprendimiento y lamentablemente teníamos la razón cuatro años atrás cuando tratábamos de contraponer ideas a los “agoreros” del desarrollo que tanto prometieron. Hoy los mismos hechos se trasladan a Colonia, pasará lo mismo, con el agravante de que el departamento de Colonia tiene una distribución territorial mucho más equitativa que la nuestra y tiene una población rural mucho mayor, con una calidad de vida envidiable para muchos departamentos. No somos contrarios a las inversiones extranjeras, somos contrarios a la idiotez de abrirles la puerta a las inversiones que finalmente atentan contra la soberanía del país (puertos privados, zonas francas, tenencia de la tierra, etc.) y sobre la calidad de vida de los uruguayos. Nuestras esperanzas de tener un país agropecuario que albergue a millones de personas (si, millones de personas) arraigadas en el medio rural se esfuman rápidamente por la miopía de los gobiernos y por la ambición de ciudadanos en obtener beneficios a corto plazo. Debemos frenar la forestación de una vez por todas si no queremos perder mucho más que calidad de vida. Seguiremos atentamente puntualizando sobre las agresiones que provoca y provocarán estas actividades sobre el Medio Ambiente, medio que incluye a las personas y a su manera de vivir.
Artículo publicado en Diario ACCIONde Mercedes el 09-06-08

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