Las sequías se están haciendo tradicionales en nuestro país. Todos los años al llegar estos tiempos se deben tomar medidas para mitigar los efectos de las mismas.
Según estimaciones oficiales este año la sequía implicaría pérdidas superiores a los 1.000 millones de dólares, para el sector productivo, de las cuales 342 millones afectarían a la ganadería.
El Ministerio de Ganadería, a través de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa) señala entre otros conceptos: “Una sequía prolongada determinará una caída significativa en el número de terneros en la primavera posterior y del procreo posterior. Si se asume una caída en el porcentaje de procreo por efecto de la sequía al 53%, y sobre la base de 4.152.000 vientres entorados, se destetarían 2,2 millones de terneros, lo que implica una reducción de 590.000 terneros respecto a la situación sin sequía”.
Es esperable por otra parte un aumento de la mortandad vacuna, sobre todo en vacas de cría con mala condición corporal, que podría afectar al 3,5% de la existencia total, a lo que se sumaría también una reducción del 25% en el mejoramiento de praderas artificiales.
Solo en el norte del país unos 2.300 productores necesitarían una asistencia urgente para paliar la situación.
También datos oficiales señalan que esta sequía podría traer consecuencias sobre la ocupación laboral del sector.
Basado en estimaciones anteriores de los años 2008 y 2009, este año unas 8000 personas quedarían sin empleo como consecuencia de dicha situación.
Cabe señalar además que un 70% de las exportaciones del Uruguay son de origen agropecuario y que un 57% de la industria nacional es agroindustrial.
Entre otras el gobierno señaló la implementación de medidas como: flexibilización impositiva para la importación de raciones, el pastoreo a la vera de los caminos, la suspensión del cobro del Fondo Agropecuario de Emergencia y la entrega de alimentos y suplementos proteicos.
Las últimas lluvias ayudaron a paliar la situación en algunas zonas del país, pero en otras ha sido totalmente insuficiente o no ha llovido.
Indudablemente los cambios climáticos que afectan al mundo entero están llegando a nuestro país, y hasta el momento no vemos asumir las decisiones en la dimensión que el tema conlleva.
Hay en la actualidad muchos problemas y estos se van a seguir agravando. Por lo que se ha visto hasta el momento las disposiciones tomadas desde el gobierno son siempre tardías, insuficientes y solo tienden a abordar el tema una vez que está instaurado y no en forma provisional.
Este tema solo se arregla con agua, con el cuidado de la misma y su protección como bien nacional.
Si bien al cierre de esta edición hay un anuncio de próximas precipitaciones, los daños ocasionados hasta el momento serán irreversibles.
Es muy poco lo que en ese sentido hicieron los partidos tradicionales y ahora el Frente Amplio, por el contrario ha permitido el desarrollo de modelos de producción como el monocultivo del eucaliptos que va a contramano de todo esto.
Por otra parte en el sur del país, el crecimiento indiscriminado del cultivo de la soja transgénica, viene acorralando y dejando sin espacios a los cultivos tradicionales.
Se pueden observar grandes extensiones de campo cultivados con soja prácticamente en la puerta de todas las ciudades del interior.
Las advertencias ya han sido dadas de las más diferentes esferas, el tema se sabe, por consiguiente la responsabilidad es asumirlo como tal.
Según estimaciones oficiales este año la sequía implicaría pérdidas superiores a los 1.000 millones de dólares, para el sector productivo, de las cuales 342 millones afectarían a la ganadería.
El Ministerio de Ganadería, a través de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa) señala entre otros conceptos: “Una sequía prolongada determinará una caída significativa en el número de terneros en la primavera posterior y del procreo posterior. Si se asume una caída en el porcentaje de procreo por efecto de la sequía al 53%, y sobre la base de 4.152.000 vientres entorados, se destetarían 2,2 millones de terneros, lo que implica una reducción de 590.000 terneros respecto a la situación sin sequía”.
Es esperable por otra parte un aumento de la mortandad vacuna, sobre todo en vacas de cría con mala condición corporal, que podría afectar al 3,5% de la existencia total, a lo que se sumaría también una reducción del 25% en el mejoramiento de praderas artificiales.
Solo en el norte del país unos 2.300 productores necesitarían una asistencia urgente para paliar la situación.
También datos oficiales señalan que esta sequía podría traer consecuencias sobre la ocupación laboral del sector.
Basado en estimaciones anteriores de los años 2008 y 2009, este año unas 8000 personas quedarían sin empleo como consecuencia de dicha situación.
Cabe señalar además que un 70% de las exportaciones del Uruguay son de origen agropecuario y que un 57% de la industria nacional es agroindustrial.
Entre otras el gobierno señaló la implementación de medidas como: flexibilización impositiva para la importación de raciones, el pastoreo a la vera de los caminos, la suspensión del cobro del Fondo Agropecuario de Emergencia y la entrega de alimentos y suplementos proteicos.
Las últimas lluvias ayudaron a paliar la situación en algunas zonas del país, pero en otras ha sido totalmente insuficiente o no ha llovido.
Indudablemente los cambios climáticos que afectan al mundo entero están llegando a nuestro país, y hasta el momento no vemos asumir las decisiones en la dimensión que el tema conlleva.
Hay en la actualidad muchos problemas y estos se van a seguir agravando. Por lo que se ha visto hasta el momento las disposiciones tomadas desde el gobierno son siempre tardías, insuficientes y solo tienden a abordar el tema una vez que está instaurado y no en forma provisional.
Este tema solo se arregla con agua, con el cuidado de la misma y su protección como bien nacional.
Si bien al cierre de esta edición hay un anuncio de próximas precipitaciones, los daños ocasionados hasta el momento serán irreversibles.
Es muy poco lo que en ese sentido hicieron los partidos tradicionales y ahora el Frente Amplio, por el contrario ha permitido el desarrollo de modelos de producción como el monocultivo del eucaliptos que va a contramano de todo esto.
Por otra parte en el sur del país, el crecimiento indiscriminado del cultivo de la soja transgénica, viene acorralando y dejando sin espacios a los cultivos tradicionales.
Se pueden observar grandes extensiones de campo cultivados con soja prácticamente en la puerta de todas las ciudades del interior.
Las advertencias ya han sido dadas de las más diferentes esferas, el tema se sabe, por consiguiente la responsabilidad es asumirlo como tal.
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