domingo, 24 de junio de 2007

DA PARA PENSAR

El eucalipto originario de Australia es utilizado en ese país para el secado de pantanos o sea que en suelos con problemas de anegación se recurre al eucalipto como medio para corregir ese problema.

En nuestro país se habla de que cada eucalipto de porte cercano a su tala se abastece por medio de su sistema radicular de un volumen del entorno de 30 a 40 litros de agua por día.

Evidentemente que cuando hacemos referencia a lo mencionado anteriormente, no estamos hablando de suelos superficiales.

Todo esto viene en referencia a lo anunciado a priorizar 3 millones de hec-táreas para la forestación de las cuales ya hay 750 mil hectáreas forestadas, a todo esto nosotros nos planteamos las siguientes interrogantes:

> ¿Qué sucederá con el microclima?

> ¿Será el lujo de la pobreza que ante crisis hídricas se permitan plantar estas bombas extractoras de agua?

> ¿Cuántos años demora un árbol para estar en un porte apropiado para ser talado?

> De las hectáreas taladas de la parte baja del tronco y del sistema radicular, ¿quién se hace cargo?

> ¿Para qué van a servir esas tierras?

> ¿Cómo se recuperan esos suelos y sus estructuras deshechas?

La formación de un suelo lleva millones de años y es la máxima riqueza que tiene un país, esto último desde el punto de vista filosófico; decimos esto porque desde promulgada la ley de forestación en el año 1987 el puntapié inicial para que comenzara a desarrollarse el llamado “Desierto Verde” lo filosófico se fue por el suelo y los escrúpulos también pasando a primar la especulación y los intereses económicos.

¿Qué sucedería si a esta superficie de 3 millones de hectáreas se le diera otro destino que no fuera la forestación?.

Cualquier ciudadano sabe bien que el aumento del P.B.I. ha superado la mejor de las expectativas, esto se ha debido en su mayor porcentaje a lo producido y comercializado desde el agro.

Ante esto nos permitimos tirar algunos números bastantes cercanos con la realidad para compararlos en empleo, volúmenes de producción, y está de más decirlo, la conservación del suelo, que por la actividad a desarrollarse es un punto que va a estar siempre presente.

Al hablar de otro destino para esas tierras podemos referirnos a 1000 establecimientos de 3000 hectáreas cada uno a producir ganado de carne a razón de 1.2 cabezas de ganado por hectárea o sea 3600 animales, creándose (y vamos a ser mezquinos) unos 9 puestos de trabajo por establecimiento que multiplicados por los 1000 nos da 9000 puestos de trabajo y la producción de 3600000 cabezas de ganado.

Podemos citar otro ejemplo de uso que podría ser la lechería a 3000 establecimientos de 1000 hectáreas cada uno teniendo en cuenta la recría vamos a dar una dotación de 0.8 animales por hectárea, lo que nos daría 800 animales en ordeñe, creándose unos 6 puestos de trabajo por establecimiento que multiplicados por los 3000 establecimientos nos da 18000 puestos de trabajo y la cantidad de 2400000 animales en ordeñe. Y no estamos teniendo en cuenta todos los demás rubros que se mueven en el entorno como por ejemplo: contratación de maquinaria agrícola, asistencia técnica (agrónomos, veterinarios, técnicos), fletes, insumos en general, más personal en plantas para procesar los productos, o nuevas plantas de procesamiento, etc. Lo que aún es una incógnita son los puestos reales de trabajo que van a brindar las plantas de celulosa, pero como dice el dicho, las comparaciones son odiosas.

Que se entienda que esto que acabamos de citar es a modo de ejemplo, y evidentemente las superficies de explotación en los rubros del agro que se crean convenientes pueden ser cualquiera dentro de los que significan trabajo digno, exportaciones y divisas para nuestro país, lo que sí argumentamos es que es posible producir divisas y generar puestos de trabajos genuinos sin amenazar nuestros recursos hídricos ni degradar la tierra como lo hace la forestación.

3 millones de hectáreas equivalen a 30.000 k, cuadrados la superficie terrestre de nuestro país es del entorno de 176.215 km. cuadrados, el departamento de Tacuarembó (el más grande de nuestro país) posee una extensión de 15.438 km cuadrados. La superficie habilitada para forestarse sería del 17,024% de la superficie de nuestro país; da para pensarlo ¿no?.

Nos referimos a superficies que se consideran para ello, y ¿las que no se consideraron y se forestan con criterio especulativo?

Haciendo referencia a San José como corazón de la cuenca lechera y por las dudas, ¿no sería necesario que se hiciera un relevamiento de predios por medios de autoridades y/o gremiales con el fin de no seguir perdiendo agua y tierras con los árboles, y tampoco para que nuestros productores de leche padezcan lo que padecieron los productores de Río Negro que en los predios se quedan sin agua y hay que abastecerlos?

Me olvidaba, hay una variedad de eucalipto que se planta a razón de 1000 plantas por hectárea y vamos a suponer que de las 3 millones de hectáreas, 1millón 500mil se foreste con eucalipto y que estos consuman 30 litros de agua por día, esto supone 1000 plantas en 1.500.000 hectáreas nos da 1500 millones de plantas consumiendo 30 litros de agua por día significa el consumo de 45000 millones de litros de agua, ¡pobre acuífero!

Evidentemente que en los papeles todo es sencillo, porque bien sabemos que en nuestra sociedad no existe la cultura del trabajo en el campo, es más, sin exagerar hay gente que lo ve de una manera despectiva, pero dejando eso de lado ya no quedan dudas que la gallina de los huevos de oro de nuestro país es el agro; a la prueba está lo que sucedió con el turismo por influencia de los ¿hermanos? Argentinos, que según manifestó el gobierno el país perdió la posibilidad de recaudar unos 350 millones de dólares, y así y todo valga la redundancia el país creció a través del agro.

A todo esto creemos desde nuestra humilde posición que sería el momento de comenzar a planificar y desarrollar una política de estado que comience a involucrar a la sociedad en su conjunto, que el tema agro, rubros, producción, mercados, zafras, etc. se asimile y sean puntos de conversación, de discusión, que deban estar presentes en todo ámbito.

Es lógico que para lograr lo mencionado anteriormente hay que comenzar a culturizar a nuestra sociedad y no habría nada mejor que comenzar a transitar un camino que tenga su punto de partida en la educación primaria y que siga prolongándose en la educación media, tanto en ciclo básico, como también en bachillerato.

A falta de esa culturización mencionada existe una concepción errónea de lo que es el trabajo en el campo: que es infrahumano, que es esclavizante, que el frío, que el sol, que esto, que aquello; con todo esto y la aparente seducción y comodidad de la ciudad, se producen las migraciones internas hacia las ciudades, donde aparentemente es más simpático el seguro de paro, el no conseguir empleo, o el subempleo, ¡pero se está en la ciudad!

Hoy en día con la caminería existente, con la electrificación rural, con la comunicación; no hay puntos lejanos ni medio de la nada.

Queremos decir con esto que para poder lograr un afincamiento en el medio rural y comenzar a lograr la migración de las ciudades al campo es necesario que varios actores tomen partido en todo esto como por ejemplo: Ministerio de Educación y Cultura, Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca, Colonización, Gremiales de Productores, Industrias, etc. con la finalidad de elaborar compendios de información dirigida a la sociedad en su conjunto, y a través de los distintos subsistemas de educación canalizar esta información a los distintos niveles (primaria, secundaria primer nivel segundo nivel).

Pero necesitamos un gobierno que gobierne de frente al campo y no de espaldas al mismo. Y no una política de gobierno que caduque con el mismo, sino una política de estado que perdure en el tiempo.

CHARVE

PATETTA

Docente de la

Enseñanza Agraria

Técnico en Maquinaria

Agrícola

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